La función principal de la abeja reina es poner los huevos de los que nacerán el resto de
habitantes de la colmena. En tamaño, es más grande y grácil que la abeja obrera, las alas más
cortas y el abdomen alargado. La
abeja reina
es la única hembra de la comunidad con un desarrollo sexual completo. También segrega una feromona
que hace que todos los miembros de la colmena permanezcan unidos y regula y armoniza las
actividades de la colmena. El mecanismo que define la diferenciación de la abeja melífera en las
dos castas distintas de abejas hembras, las obreras y las reinas, no depende de diferenciación
genética sino de la ingesta de jalea real proporcionada por las
abejas obreras,
en concreto la proteína 57 kDa o royalactina que produce la definición de las larvas como abejas
reinas y conlleva un aumento de su tamaño y el desarrollo del ovario y un periodo de desarrollo
menor. Las abejas obreras preparan la celda que será la de la reina, la realera, con unas
características de tamaño y diseño adecuados para la que será la reina, tienen forma de
bellota.
Después de 3 días de la puesta, el huevo eclosiona; durante 5 días y medio es una larva que será
alimentada con la jalea real suministrada y fabricada por las
abejas obreras nodrizas,
estando todo este tiempo en la celdilla preparada al efecto por las obreras. Será después ninfa o
pupa, por un tiempo de 7 días y medio, en una celdilla operculada, sellada con un preparado que es
una mezcla de polen y ceras. En 16 días, la
abeja reina
llega a su fase de adulto. Desde que emerge la reina hasta que empieza a poner huevos pasan dos o
tres semanas. Excepto que exista la voluntad de enjambrar en la colonia, por lo que nacerán otras
muchas reinas para acompañar los diferentes enjambres, la reina eliminará todas las larvas del
resto de realeras de la colmena, haciéndose cargo de la misma. Ya puede salir para ser fecundada,
iniciando los vuelos nupciales, únicas salidas al exterior de la abeja reina, a menos que se vaya a
producir otro enjambre.
La reina virgen será fecundada en pleno vuelo por los zánganos que habitan en la
colmena; las células germinales se depositan en una zona de su abdomen llamada espermateca, y una
vez llena queda fecundada para el resto de sus días, con un máximo de cinco años, aunque el relevo
generacional natural suele ser a los dos o tres años. La reina es fecundada por diferentes
zánganos
en cuatro o cinco vuelos nupciales y durante varios días. Después de ser fecundada, la reina sólo
tarda unos pocos días en comenzar la puesta de huevos diaria en la colmena. Puede llegar a poner de
1500 a 2000 huevos/día y comienza a desovar en los meses de primavera. Si por alguna causa no logra
fecundarse, también pondrá huevos, pero de ellos sólo nacerán zánganos. Las abejas obreras se
ocupan de absolutamente todas las necesidades de la reina, que siempre va acompañada por multitud
de asistentes dentro de la
colmena;
la reina no puede cuidar de sí misma, ni siquiera alimentarse sola. Pero toda la colonia depende de
ella para sobrevivir. Las feromonas que segrega la reina, unas sustancias químicas con un aroma
especial, indica a las abejas obreras de la colonia si el estado de salud de la reina es bueno y si
continúa con la puesta de huevos. Con la edad esa sustancia deja de producirse, y la abeja reina
envejece, lo que indica a las obreras que deben iniciar el camino para engendrar una nueva reina.
Comienza el trabajo de creación de las celdas especiales más grandes para alojar unas 10 o 20
larvas hembras, a las que alimentarán con jalea real, con lo que se modificará su ruta de
desarrollo para llegar a ser abejas reinas. La primera probable reina virgen que emerja como adulta
evitará que surjan las demás en desarrollo eliminándolas en sus celdas antes de que emerjan. |