La jalea real es un líquido de consistencia cremosa, semifluida, de color blanco o
amarillento; su sabor y olor son ácidos y no se parece nada al sabor y dulzor de la miel. Es el
producto de la secreción de las glándulas hipofaríngeas y mandibulares que se encuentran en la
cabeza de las
abejas obreras
que se dedican a la cría, las nodrizas, —cuya edad es de entre 5 y 14 días—. En este proceso
mezclan miel, néctar y agua del exterior con sus propias hormonas, saliva y vitaminas y el
resultado es la
jalea real.
Podría establecerse el paralelismo de la jalea real con la leche materna para las larvas de abeja
durante tres días, y para la abeja reina durante toda su vida, lo que asegura su
supervivencia, mayor envergadura y su fortaleza para afrontar la reproducción durante toda su vida,
que puede llegar a ser de cinco años, como máximo. Este tipo de alimentación es la clave de su
diferente desarrollo evolutivo: Tamaño, capacidad genética y longevidad muy distinta entre las
abejas obreras y la
abeja reina;
la esperanza de vida de las obreras es como máximo de 45 días, mientras que la esperanza de vida
de una abeja reina es de 3 años de media. La jalea real está compuesta aproximadamente en un
66% de agua, 12, 3% de proteínas, 5, 4% de grasas, 12, 5% de carbohidratos. Contiene aminoácidos,
vitaminas, minerales y ácidos orgánicos.
La jalea real posee cualidades antisépticas y antibacterianas que
protegen al organismo frente a agentes externos; se puede tomar en los cambios estacionales y como
barrera de protección ante virus y resfriados. Otros beneficios son para el buen funcionamiento del
aparato digestivo, frena el envejecimiento de la piel y la hidrata, estimula las defensas, además
de ser un magnífico nutriente por contener muchas proteínas. Es destacable, desde el punto de vista
de su origen, el carácter endógeno de la jalea real, en el que tienen papel fundamental las abejas
obreras en su producción, por la acción de las glándulas hipofaríngeas y mandibulares frente a
otros productos apícolas, como la
miel
o el polen, de carácter exógeno, que determina la calidad de los componentes externos utilizados
para su elaboración. La cantidad y calidad de los ácidos orgánicos de la
jalea real
varía proporcionalmente a la datación de la jalea, siendo las temperaturas elevadas responsables de
este proceso de envejecimiento, ya que aire, luz y calor modifican sus propiedades y su calidad
organoléptica.
Además de las ya mencionadas cualidades y beneficios de la jalea real, cabe
destacar la vitalidad y rejuvenecimiento celular que produce en el ser humano. La jalea real
posee grandes cantidades de acetilcolina, una sustancia que interviene en la transmisión de los
impulsos del sistema nervioso; la carencia o disminución de este neuroquímico produce desórdenes de
salud de carácter nervioso. Es por lo tanto beneficiosa para enfermedades y procesos neuronales
como el Parkinson. La jalea real produce una mejora del estado general del organismo, y de
las capacidades físicas e intelectuales, aumentando por lo tanto el optimismo, el bienestar y el
buen humor. Se puede decir que la jalea real aporta fortaleza, longevidad y vitalidad.
La jalea real se puede encontrar en tiendas especializadas pura o mezclada con
miel. Una dosis normal sería 100 miligramos de jalea en seco por día, que se puede mezclar con
cualquier líquido para su ingesta, durante dos meses, y alternar con otro periodo igual de
descanso. |